El Guayaquil de al lado

Posteado por: El Guayaquil de al lado jueves, 9 de febrero de 2012 1 COMENTARIO


Contra la pared pateaba la pelota, construía letanía,
un mal rebote la llevaría debajo de la rueda
del camión que pasaba por la tarde.
Fue el último grito de gol, era el idioma de mi pelota,
el que articulaba el exilio del viento por la boca del cuero
¡Bum!
El cadáver de mi pelota y el de los grillos que dejó la navidad
entre el ángulo que paría la calle y el borde de la acera, posaban.
Más tarde, los muertos, en el hombro de la corriente de una corta lluvia,
les darían sepultura, en el hueco imaginado en ratos de fantaseo.
El fútbol pasaría de mí, quedaba solo, viendo sombras de colores
sin estar seguro si existían o no, veía como iban hacia arriba
haciendo al techo una prolongación vertical de la pared.
Esto ahora hubiera sido una causa seria para ir al psiquiátrico;
antes no: de niño veía la adultez, como ahora veo la muerte.
Las escondidas, el juego nocturno, donde las balas de la derrota
agujereaban mi pecho, cuando alguien gritaba ¡Visto Andrés!

La vociferación materna, era el sol que ahuyentaba
nuestros vampiros del noctámbulo de la calle al sarcófago de la casa:
mi habitación, oscura, llena de cuadernos vacíos
sin un garabateo que adscriba función a esas hojas cuadriculadas.
Tal vacío que escocía la espalda.
La escuela, qué incómoda era,
como no limpiarse bien el culo al mediodía y caminar.


Un poema de Andrés Lalé, escritor guayaquileño, quien muy generosamente nos ha brindado este texto.



Un comentario:

  1. Recien veo el texto aca en este blog, gracias por el espacio, este texto pertenece a un poemario llamado Coágulo, donde hay poemas que reflejan estas realidades citadinas propias de Guayaquil

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